Spiruline
El cromo es un mineral esencial para el organismo y del cual es deficitario en gran parte de la población. Contribuye a regular el metabolismo de los azúcares y grasas corporales, logrando aumentar la masa muscular, reducir la grasa corporal y optimizar el funcionamiento de la insulina.
El Picolinato de Cromo colabora en el control de las formas no insulinodependientes de diabetes (diabetes mellitus o tipo II), en tanto que para los insulinodependientes (diabetes tipo I) produce una mejora significativa en el efecto de la insulina aplicada, posibilitando incluso una reducción de la dosis.
Estudios comprobados marcan que el Picolinato de Cromo genera una notable pérdida de grasa corporal, incluso en personas las cuales no realizan dietas controladas.
En ciertas ocasiones, la insulina es denominada anabólica; es decir, que estimula el crecimiento de los músculos, pues hace que los aminoácidos y la glucosa vayan a las células musculares para su consumo. Estudios con deportista han comprobado que el consumo de Picolinato de Cromo ocasiona un aumento de peso en donde casi tres cuartas partes del mismo se origina exclusivamente por el incremento de la masa muscular.
El Picolinato de Cromo tiende a disminuir significativamente la tasa del LDL o “colesterol malo”, mejorar la relación entre LDL y HDL, reduciendo simultáneamente el nivel de colesterol total e incrementando la producción de la proteína que compone el colesterol HDL, siendo esto último bastante más significativo, en términos de salud, que una simple disminución del LDL.
Los suplementos dietarios con Picolinato de Cromo, son eficazmente utilizados para prevenir la pérdida de Calcio que tiene lugar a partir del declive hormonal.
Se ha comprobado que la absorción del Cromo en forma de Picolinato de Cromo es ampliamente superior respecto de otros compuestos de dicho metal indispensable, que es altamente deficiente en la dieta diaria.
Estudios recientes, confirman que la ingesta de Cromo (en forma de Picolinato u otra sal orgánica similar) acompañado de Vitamina C aumenta considerablemente el nivel de cromo en el organismo posibilitando su mejor acción.
Las microalgas Spirulina, que funcionan como soporte del Picolinato de Cromo agregado al producto, con su aporte de proteínas, vitaminas y minerales, brinda las bases nutricionales que el organismo requiere para encontrar respuestas satisfactorias en su funcionamiento, posibilitando una mejor acción del nutracéutico. La absorción natural del Cromo por el organismo es potenciada por las vitaminas del grupo B (en particular la B3), y de los aminoácidos glicina, cisteína y el ácido glutámico, todos estos agentes químicos contenidos en elevada concentración en las microalgas Spirulina.
El Cromo es un mineral absolutamente esencial para el desenvolvimiento humano, aunque fueron necesarios muchos y recientes estudios para esclarecer el rol que verdaderamente asume sobre aspectos tan diversos como: eliminar progresivamente la grasa corporal; incrementar la masa muscular; disminuir paulatinamente el colesterol LDL; optimizar la producción y acción de la insulina, incidiendo directamente sobre el control de la diabetes, contribuyendo simultáneamente a aliviar los efectos de la osteoporosis. Esta acción directa sobre tal variedad de dolencias se extiende a un aspecto relevante de la función humana: la prolongación de la vida y la mejora simultánea de la calidad con la que se la afronta.
Si bien el Cromo puede encontrarse en muchos alimentos, como los granos integrales y los moluscos, las técnicas de procesado industrial y las formas de cocción habituales en los hogares (hervir en lugar de cocinar al vapor), hacen reducir más del 90% de su contenido crudo, transformando profundamente su capacidad nutricia hasta hacerlos casi estériles en su aptitud de suministrar principios alimenticios, como el Cromo. Según muchos estudios realizados en EE.UU., la ingesta media de Cromo en adultos oscila entre 25 y 33 mcg/día, en tanto que los niveles considerados óptimos se encuentran entre los 50 y 200 mcg/día, dependiendo de la edad, el sexo y las calorías ingeridas, así como también la naturaleza de la actividad muscular que ejercitan las personas. Las necesidades de Cromo crecen con la edad, desde un mínimo de 50 mcg para niños de hasta un año de edad, hasta los 400 mcg para adultos de hasta 65 años. Las necesidades para adultos hombres son más elevadas que para las mujeres, siendo la causa principal una dieta promedio menos calórica en estas últimas. Para acompañar terapias de reducción del colesterol, o en tratamientos contra la obesidad y la osteoporosis, así como para deportistas que realicen esfuerzos de alta competencia, las dosis deberían llegar a los 600 mcg/día. Como regla general sugerida, los mejores resultados se obtienen tomando al menos dos cápsulas de 100 mcg de Picolinato por cada 1.000 calorías consumidas en la dieta.
Debe tenerse en cuenta que los niveles que se consideran límites, antes que transpongan el umbral de las ligeras toxicidades, se ubican en los 50 mg/día; es decir, una concentración de 500 a 1.000 veces superior a las dosis que se recomiendan para este nutracéutico y, por tanto, a considerable distancia de lo máximo admisible en la ingesta.
De todas las formas de compuestos químico-orgánicos con que se puede administrar el Cromo al organismo, se ha concluido que el picolinato [tris-2-piridincarboxilato de Cromo (III)] resulta de una absorción muy superior a las otras formas más comunes, como los citratos, gluconatos o aspartatos. El Picolinato de Cromo es la combinación química entre dicho metal y una sustancia relativamente poco conocida segregada por ciertas glándulas de cuerpo humano, el picolinato (2-piridincarboxilato). Este tiene la propiedad de neutralizar la gran carga iónica del Cromo y formar simultáneamente un quelato, el cual convierte a la molécula en una forma biológicamente asimilable, sin que el mismo sea detenido su tránsito hacia el interior de las células o a la corriente sanguínea.
Haciendo una exposición somera de sus principales campos de acción podemos mencionar:
ACCIÓN SOBRE EL COLESTEROL
Las enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de muerte en el mundo entero, fueron ya relacionadas desde 1974 con los niveles bajos de Cromo presentes en el organismo. Los elevados dosajes de colesterol pueden conducir a la aparición de patologías cardíacas, porque uno de los tipos de colesterol, el llamado LDL o “colesterol malo”, se adhiere a las paredes internas de los vasos sanguíneos, reduciendo su diámetro y propiciando la generación de accidentes cardiovasculares, como los infartos o derrames cerebrales, sumamente peligrosos. El Picolinato de Cromo tiende a disminuir significativamente la tasa de LDL, mejorar la relación entre LDL y HDL, reduciendo simultáneamente el nivel de colesterol total e incrementando la producción de la proteína que compone el colesterol HDL, siendo esto último bastante más significativo, en términos de salud, que la disminución del LDL.
Estudios realizados en 1988 en el Hospital Mercy de San Diego, CA, por los Dres. J. Geller, R. Press y G. Evans encontraron una reducción del 7% de colesterol total; una disminución del 10,5% del LDL y un incremento del 3% en el HDL, sobre pacientes que tenían elevado colesterol y a los que se les administró un complemento de 200 mcg/día de Picolinato de Cromo durante 42 días. Este estudio temprano fue realizado a doble ciego y los resultados comparados con placebos, y fue corroborado posteriormente por muchos estudios posteriores.
ACCIÓN SOBRE LA DIABETES
La diabetes, incapacidad del organismo de regular y controlar los niveles de glucosa en la sangre, toma varias formas diferentes. En una de ellas, el cuerpo pierde la capacidad de utilizar la insulina, hormona segregada por el páncreas y que controla el nivel de azúcar, de modo que, como resultado, la glucosa se va acumulando en la sangre hasta alcanzar niveles muy elevados, situación conocida como hiperglucemia. Este nivel elevado induce una adhesión y combinación entre ciertas proteínas y la glucosa, fenómeno que en el caso que la proteína sea la hemoglobina produce la hemoglobina glucosilada, siendo ésta utilizada para detectar cambios en la acción de la insulina.
A partir de 1977 se estableció que existe una estrecha correlación entre los niveles de Cromo en el organismo y la regulación de la actividad de la insulina, hecho que se conocía desde tiempo atrás entre los animales. En un estudio realizado en el Hospital Mercy, San Diego, CA, por el mismo equipo mencionado anteriormente, sobre personas diabéticas a los que se les administró 200 mcg/día de Picolinato de Cromo, se obtuvo una respuesta positiva en todos los sujetos participantes del estudio, con una reducción del 24% del nivel de glucosa en la sangre y con una disminución de la hemoglobina glucosilada del 19%. Paralelamente, el nivel de colesterol total descendió un 13%, en tanto que el colesterol LDL lo hizo en un 13%. En este estudio, corroborado posteriormente por otros investigadores, se comparó la efectividad del Picolinato respecto de otros compuestos de Cromo, demostrando la superior efectividad del mismo en más del 50%. Estas respuestas favorables de los pacientes se verificaron en un lapso de seis semanas.
De esta forma, el Picolinato de Cromo colabora en el control de las formas no insulinodependientes de diabetes (diabetes mellitus o tipo II), en tanto que para los insulinodependientes (diabetes tipo I) produce una mejora significativa en el efecto de la insulina aplicada, posibilitando incluso una reducción de la dosis.
ACCIÓN SOBRE MÚSCULOS Y GRASA CORPORAL
En ciertas ocasiones, la insulina es denominada anabólica; es decir, que estimula el crecimiento de los músculos, pues hace que los aminoácidos y la glucosa vayan a las células musculares para su consumo. Según estudios realizados por el Dr. Muriel Gilman y el Dr. Gary Evans, en la Universidad Bemidji State, EE.UU., se realizaron pruebas sobre estudiantes varones que practicaban levantamiento de pesas. Se les administró un complemento de 300 mcg de Picolinato de Cromo, comparados con otros que consumieron placebos, y por el sistema doble ciego. Al comienzo del experimento se pesaron y midieron a los participantes; se midieron la circunferencia de sus bíceps y de sus pantorrillas y también se midió el espesor de la piel en diferentes puntos del cuerpo, para determinar la cantidad de músculo, lo que fisiológicamente se denomina cuerpo magro. Tras cuarenta días de ensayo, las mediciones del contorno de sus bíceps determinó un incremento de 13,99 mm en el grupo que tomaba Picolinato de Cromo, en tanto que el grupo de control que tomaba placebos registró 11,96 mm. El incremento de las pantorrillas dio, respectivamente, 11,45 y 8,14 mm. Ambos grupos aumentaron de peso, indicador que todos ellos habían incrementado su masa muscular, pero el grupo del Picolinato fue mayor, con una media de 2.151 g, siendo el aumento medio del grupo de control de 1.132 g. El incremento de la masa corporal magra fue de 1.585 g en el primer grupo y de sólo 60 g. en el segundo. Ello demostró que casi tres cuartas partes del aumento de peso experimentado por el grupo con Picolinato fue originado en el incremento de la masa muscular.
Estos estudios se repitieron luego con jóvenes que practicaban otro tipo de deportes, como el fútbol americano y basketball, encontrándose resultados coincidentes. Pero lo más destacable es que en otros experimentos con personas de mediana edad y ancianos, con vida sedentaria y sin ninguna restricción dietaria, los resultados fueron convergentes a los practicados sobre los deportistas. Incluso antes que se les dijera que complementos estaban tomando, ellos manifestaron que habían notado un incremento de la energía y en su desarrollo muscular.
El hecho más remarcable con estos últimos sujetos, es que la notable pérdida de grasa corporal tuvo lugar sin ningún intento de controlar la grasa contenida en las dietas de los participantes.
ACCIÓN SOBRE LA OSTEOPOROSIS
Una gran parte de las mujeres de Occidente están afectadas por el problema óseo conocido como osteoporosis, en el cual los huesos comienzan a perder densidad, pues el Calcio es excretado a través de la orina y a consecuencia se vuelven frágiles y se fracturan con facilidad. Este fenómeno se enfatiza con los cambios hormonales propios de la menopausia, aunque esto es verificable también durante la perimenopausia, donde realmente comienza el declive de la cascada hormonal. La hormona esteroidea más abundante en la corriente sanguínea es la DHEA (dehidroepiandroesterona). En las mujeres, la DHEA se puede convertir en estrógeno. Sin el suficiente estrógeno, el Calcio ingerido es simplemente filtrado por los riñones y eliminado en la orina.
Los estudios realizados han demostrado que las mujeres postmenoápusicas poseen niveles de insulina mucho más elevados respecto de mujeres veinte años más jóvenes, aunque, sin embargo, sus niveles de DHEA son mucho más bajos. La explicación es que la insulina interfiere la producción de DHEA. A causa de esta conexión entre insulina y DHEA, se realizó un estudio con mujeres menopáusicas midiendo previamente sus niveles de estrógeno y DHEA en la sangre, así como la pérdida de Calcio en la orina. El Calcio urinario era aproximadamente el doble del que presentan las mujeres que no habían llegado a la menopausia. Se estandarizó que sus niveles de estrógeno, DHEA y Calcio sean comparables al de mujeres entre 40 y 60 años. Luego, las mujeres tomaron un complemento de 400 mcg de Picolinato de Cromo/día, durante 60 días. Como resultado, sus niveles sanguíneos de DHEA y estrógeno se habían incrementado hasta ser semejantes a mujeres entre 30 y 35 años, en tanto que la pérdida de Calcio excretado por la orina se redujo a la mitad.
Un mes después de dejar de tomar Picolinato de Cromo, los niveles de estrógeno y DHEA volvieron a decrecer, mientras de Calcio contenido en la orina se duplicó. Este estudio, coordinado por el Dr. Gary Evans y otros, suministró suficiente evidencia en el sentido que complementos dietarios de Picolinato de Cromo, pueden ser eficazmente utilizados para prevenir la pérdida de Calcio que tiene lugar a partir del declive hormonal.
Sin embargo, es importante remarcar que los complementos dietarios de Picolinato de Cromo no limitan su acción a los campos terapéuticos mencionados, sino que al aumentar la producción de DHEA en el organismo, se tiende a reforzar paralelamente el sistema inmunológico protegiéndolo de enfermedades graves, restaurar el vigor sexual, acrecentar la memoria y mejorar, en definitiva, la calidad y duración de la vida.
Las microalgas Spirulina, que funcionan como soporte del Picolinato de Cromo agregado al producto, con su aporte de proteínas, vitaminas y minerales, brinda las bases nutricionales que el organismo requiere para encontrar respuestas satisfactorias en su funcionamiento, posibilitando una mejor acción del nutracéutico.
La Vitamina C agregada al producto, además de cumplir su importante función de antioxidante exógeno, mejora significativamente la absorción del Cromo. Estudios recientes publicados por el National Academy Press (2001), confirman que la ingesta de Cromo (como sal orgánica de cromo III) acompañado de vitamina C aumenta considerablemente el nivel de cromo plasmático luego de algunas semanas.
También se ha resaltado los importantes efectos de potenciar de la bio-absorción del cromo, de ciertas vitaminas del grupo B (en particular la B3), y de aminoácido como la glicina, cisterna y el ácido glutámico. Todos estos agentes químicos están contenidos en elevada concentración en las microalgas Spirulina.
El producto no presenta toxicidades a todo espectro de edad. Sus componentes naturales tienen una biodisponibilidad extremadamente alta, de modo que no produce acumulaciones ni efectos secundarios a las dosis recomendadas. Su limitación, como es obvio, está circunscripta a la intolerancia reconocida hacia alguna de las sustancias que lo componen. El producto tiene un margen de consumo que abarca desde la juventud hasta la ancianidad.
(Sujetas a las indicaciones de su médico habitual)
Ingesta según edad:
Como regla general sugerida, los mejores resultados se obtienen tomando al menos dos cápsulas por cada 1000 Kcal consumidas en la dieta
El producto, a las dosis sugeridas, no tiene toxicidades conocidas. Sus componentes de origen natural tienen una biodisponibilidad extremadamente alta, de modo que no produce acumulaciones peligrosas. Su limitación está solamente circunscripta a la intolerancia o alergia reconocida a alguno de sus componentes. Apto para el consumo en niños, jóvenes, adultos y ancianos.
Fenilcetonúricos: contiene Fenilalanina proveniente de la base nutriente Spirulina.
Celíacos: Producto orgánico libre de gluten. Sin T.A.C.C.