01/10/2015
El mantenimiento de la circulación y microcirculación en la piel es de vital importancia, ya que este proceso constituye la base para el intercambio de elementos nutritivos, como así también de desechos metabólicos.
Las varices o venas varicosas son trastornos del sistema circulatorio, caracterizados por un defecto en la pared muscular de las venas que ocasiona una dilatación excesiva de la misma, motivada por una pérdida del correcto funcionamiento de las válvulas que cumplen la función de retornar la sangre venosa. Esto, conlleva a un aumento de la presión estática de la sangre.
Estos trastornos, se caracterizan por ser de carácter permanente, y por lo general se desarrollan en las piernas (con recurrencia en los tobillos), las cuales se sienten hinchadas, doloridas, cansadas, a veces que perciben calambres, y se acompaña en estados más avanzados por una alteración en el color de la piel la cual se torna azulada oscura. Si bien no marca el inicio de esta alteración, estos trastornos ser empeoran o se ven con mayor magnitud en personas que no realizan demasiada actividad, permanecen demasiado tiempo sentadas, o cruzan constantemente las piernas. También suelen aparecer como consecuencia del embarazo y en personas con sobrepeso.
Estudios del Centro Médico de la Universidad George Washington (EE.UU.), señalaron que este problema no es tan recurrente en pueblos que incluyen gran cantidad de fibras en su alimentación, y llevan paralelamente un estilo de vida activo, evitando el sedentarismo, como pasar horas frente al televisor o la computadora. También se ven más afectadas aquellas personas cuya profesión les exige mayor permanencia de pie, como cocineros, peluqueros, cirujanos, policías, vendedores, entre otros.
Existen numerosas alternativas naturales para la prevención y el tratamiento de las várices o venas varicosas. La mayoría de los mismos se basan en el mejoramiento de la microcirculación de las regiones más afectadas a fin de evitar la aparición del trastorno o el empeoramiento del mismo.
La Lecitina de Soja, una fracción compuesta por los fosfolípidos provenientes de la soja, posee importantes propiedades lipoactivas y actúa disminuyendo los niveles de colesterol (en especial el LDL) en la sangre evitando que este se deposite en las paredes de los conductos circulatorios. También actúa removiendo progresivamente las obstrucciones lipídicas que el organismo presenta en forma generalizada. Al brindar una importante concentración de colina, la Lecitina reduce la formación de homocisteína (aminoácido producto del metabolismo de la metionina), implicada directamente en las lesiones de arterias coronarias. Todo esto contribuye a disminuir la presión localizada sobre la pared de los conductos sanguíneos y a detener su deterioro progresivo, aliviando y mejorando significativamente su correcto desempeño.
La Centella asiática ha demostrado excelentes resultados clínicos en el tratamiento de la insuficiencia venosa de los miembros inferiores y el aumento de la estructura del tejido conectivo, mejorando el flujo sanguíneo. Gran cantidad de estudios han descubierto que el consumo regular de Centella asiática, ayuda a mejorar la acción metabólica del tejido conectivo.
Las Vitamina C y E, en parte por su acción antioxidante, contribuyen a mejorar la circulación reduciendo la tendencia de coagulación de la sangre, y aumentando la resistencia de los vasos sanguíneos junto con su elasticidad.